El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) anunció un cambio en el esquema de vacunación contra la fiebre aftosa, en medio de un escenario internacional complejo, con nuevos brotes reportados en varios países. La medida se da mientras se debate internamente la implementación de una barrera sanitaria más estricta para proteger el estatus sanitario argentino, clave para las exportaciones ganaderas.
Nuevo protocolo de vacunación
El organismo regulador determinó que, a partir del próximo ciclo, se aplicará un nuevo calendario de inoculación, ajustando frecuencias y tipos de vacuna según las regiones. La decisión busca optimizar recursos ante la reducción progresiva de fondos para el programa sanitario, aunque autoridades insisten en que no compromete la protección del rodeo nacional.
“Estamos adaptando la estrategia a la realidad epidemiológica actual”, explicó un vocero del Senasa, destacando que Argentina mantendrá su estatus de “libre de aftosa con vacunación”, reconocido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Alerta internacional y debate interno
El cambio se produce en un contexto de rebrotes en África y Asia, y mientras ganaderos y frigoríficos presionan por reforzar los controles en fronteras. Sectores del agro reclaman que se declare a la Argentina como “zona libre sin vacunación”, un estatus que permitiría acceder a mercados más exigentes, pero que requiere eliminar progresivamente la inoculación.
“El riesgo es alto: un solo foco nos dejaría fuera del mercado global”, advirtió un representante de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), refiriéndose a las pérdidas multimillonarias que podría sufrir el sector.
Mientras tanto, el Senasa asegura que monitorea de cerca los brotes en el exterior y fortalece los controles en puertos y aeropuertos.
