Julio Vera Cáceres, titular de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) abordó la situación actual del paso de grandes embarcaciones en la zona del Paso Bermejo, cuyo tránsito se había visto afectado por el bajo nivel del río Paraguay. Según el funcionario, las lluvias recientes han permitido un repunte en los niveles del agua, lo que ha favorecido la navegabilidad, particularmente en el canal principal del río Bermejo, donde actualmente se registran calados de 10 pies.
Aunque la mejora en las condiciones permite el paso de trenes de barcazas y remolcadores, algunos buques de mayor tamaño y con mayor calado, como los buquemotores y cortacontenedores, siguen varadas unas 500 embarcaciones desde hace más de 70 días debido a la falta de suficiente profundidad en el agua. Vera Cáceres destacó que, a pesar de las lluvias, el caudal del río sigue siendo insuficiente para permitir el paso de estas embarcaciones más grandes que requieren un calado mínimo de 11 pies.
Aún así, las autoridades se mantienen optimistas respecto al futuro cercano, ya que esperan que la situación se estabilice dentro de los próximos 10 a 15 días, una vez que las lluvias en la cuenca alta del Bermejo cesen y el caudal comience a disminuir. Esto permitirá, según las proyecciones, una mejor gestión de la sedimentación y la limpieza de los diques naturales que se han formado en la desembocadura del río.
En cuanto a las barcazas varadas, Vera Cáceres mencionó que aún se desconocen los productos que transportan, pero se presume que las embarcaciones están al máximo de su capacidad, lo que dificulta su paso. Para enfrentar este desafío, se están evaluando medidas complementarias para garantizar el paso de los grandes buques y continuar con las operaciones comerciales en la zona.
Finalmente, el titular de la ANNP subrayó que el monitoreo constante de las condiciones meteorológicas es esencial para tomar decisiones oportunas y evitar mayores complicaciones en el futuro.
La hidrovía Paraná-Paraguay es un canal estratégico para el complejo agroexportador argentino. A través de las barcazas que circulan por esa vía, la industria aceitera emplazada en la zona del Gran Rosario recibe las importaciones de soja paraguaya, fundamentales para sostener la molienda que luego se traduce en harina y aceite de soja.
El tránsito de este canal navegable sufre serias demoras, a partir de la acumulación de sedimentos en la desembocadura del Río Bermejo.
Ante esta situación, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones de Paraguay dispuso la suspensión temporal de las tareas de dragado en la zona, para permitir el franqueo de las embarcaciones que se encuentran amarradas.
Este tema no es menor y de extenderse, generará un cuello de botella en la molienda sojera argentina. De acuerdo a estimaciones de la Secretaría de Agricultura, el año pasado se importaron casi 7,9 millones de toneladas de poroto, de las cuales 6,8 millones correspondieron a Paraguay.
De acuerdo con lo informado, hasta el momento, con estas labores se pudieron remover -desde mediados de febrero– unos 250.000 metros cúbicos de sedimentos, sin lograr una solución definitiva al problema.
La sedimentación en la desembocadura del Bermejo es un problema frecuente, que afecta la navegabilidad del río Paraguay, vía por la cual se transporta más del 80% del comercio fluvial de la región. La acumulación de sedimentos es más visible por la sequía y se refleja en el bloqueo del paso de las embarcaciones y genera importantes retrasos en la logística de exportación e importación.
En paralelo, el costo de operación de las dragas no es un tema menor. Según estimaron desde la ANNP, el precio el precio por cada metro cúbico de dragado asciende a U$S 60 dólares, cifra que representa una inversión considerable para mantener la navegabilidad.
