Guía Estratégica para el Agro (BCR)
Buen tiempo con heladas entre el viernes y el sábado
Para el día miércoles hay probabilidad de precipitaciones en el sur y este de GEA.
“Los pronósticos de corto plazo indican mayor circulación de aire frío y seco, ausencia de lluvias durante la primera década de septiembre y un marcado descenso de las temperaturas“, dice el consultor Elorriaga.
Cisne negro: las lluvias récord de agosto dejan un escenario inédito en la región
En Monte Maíz los técnicos las calificaron así, con registros de lluvias en agosto que no se daban en 90 años en la localidad. Al principio, ese término parecía algo excesivo, ya que expresa un evento inesperado, muy raro y de altísimo impacto. Pero realmente lo fue: la región recibió como promedio mensual de las 36 estaciones de la red GEA/BCR 193 mm cuando la media histórica es de 30 mm. Este agosto fue el más lluvioso de los últimos 30 años, superando con margen al mismo mes del 2015. Lo superó por montos y cobertura. El valor más destacado de agosto supera largamente los 300 mm: María Teresa con un acumulado de 344 mm, Chovet le sigue con 290 mm, Godeken con 288 mm y Pergamino con 286 mm.
¿Porqué estas recientes lluvias generan un escenario de vulnerabilidad y riesgo en la región?
El fin de agosto deja suelos saturados en el 83% de la región.
Hay que tener en cuenta que la región núcleo tiene un patrón climático en el que el invierno es la estación más seca del año. De oeste a este, las medias históricas son de 10 a 50 mm en junio, de 5 a 25 mm en julio y de 10 a 40 mm en agosto. Normalmente, los cultivos dependen del agua que deja el otoño y de las lluvias de primavera para “llenar el tanque”, o sea, los perfiles de los suelos. Esto permite afrontar el verano, dónde se da la mayor demanda de agua de los cultivos, en especial en los períodos críticos que definen los rindes del maíz y la soja.
Pero ahora, con suelos saturados en el primer metro y en profundidad, comienzan los meses más lluviosos del año. Téngase en cuenta que, de oeste a este, hay un promedio de 30 a 75 mm en septiembre y, luego, en octubre, noviembre y diciembre las medias superan los 100 mm. A eso hay que sumar el contexto de un Pacífico en Neutralidad, pero con un Atlántico caliente que podría aportar todavía más humedad. Por eso hay incertidumbre y riesgos respecto a no poder cumplir con la siembra temprana de maíz en septiembre, a no poder ingresar en lotes de trigo para controlar enfermedades por vía terrestre, a que se siga perdiendo nitrógeno por el efecto lavado, a que se sume más área de trigo perdida por anegamientos y a que las labores de recolección de la fina se complejicen. De pasar a contar cada milimetro de lluvia, ahora se pasa a contar los días sin lluvias para poder cumplir con las labores.
¿Cuáles son las áreas más y menos vulnerables?
Las áreas menos vulnerables se recuestan sobre zona oeste, con menores lluvias anuales y una gran capacidad de drenaje, como se ha observado en los útlimos días. “No queda casi agua, solo en las zonas bajas hay encharcamientos y signos de arrastre de rastrojo, pero el agua prácticamente desapareció, incluso en localidades que recibieron los mayores acumulados como Cruz Alta”, aseveran en Corral de Bustos. Hacia el este, en cambio, hay zonas que venían saturadas y estos nuevos milímetros aumentaron las superficies anegadas y el área sembrada con trigo que se perdería. “Hay muchos lotes nuevos anegados y comprometidos. Los perfiles ya estaban recargados: dependemos de la evaporación”, aseveran en Carlos Pellegrini.
La zona de mayor gravedad se ubica de Junín hacia el sur. “Esperábamos 20 mm, que no hubieran cambiado demasiado el panorama, pero con 80 o 90 mm la situación se ha vuelto muy compleja”, dicen los técnicos. “La situación es crítica. Había sectores que recién terminaban de drenar las lluvias anteriores, y con estos nuevos milímetros se volvió a llenar todo de agua. Ya no queda lugar para que escurra o infiltre”, advierten los técnicos. En trigo se suman nuevas áreas de anegamientos, que es posible que se pierdan. Respecto al maíz, “no se descarta que parte de la superficie deba reprogramarse hacia maíz tardío o incluso pasar a soja”. De Junín a Chacabuco hacia el sur, entre la ruta 7 y la ruta 5, el agua no escurre y se observa una situación muy difícil.
¿Qué vale la pena rescatar?
A medida que drena el agua, los técnicos comentan que en gran parte de los lotes se mantiene la posibilidad de un alto techo productivo. En el sudeste de Córdoba, los trigos tienen una gran producción de macollos, con altas expectativas de supervivencia y rindes muy elevados. En el centro-sur de Santa Fe, como en María Susana, los técnicos destacan que los rindes pueden alcanzar 60 qq/ha, si no se registran heladas tardías.
A nivel regional, 25% del área con trigo se encuentra en excelentes condiciones; 55% en buenas condiciones y 17% bajo condiciones buenas. Un 3% del área se considera en condiciones regulares a malas por mantenerse bajo agua en sectores bajos. Esos últimos cuadros se consideran perdidos por asfixia radicular.
Otras secuelas del agua: enfermedades en puerta y pérdida de nutrientes
La presión de enfermedades en trigo aumenta ante la alta humedad ambiental y es necesaria la aplicación de fungicidas en el corto plazo. La falta de piso es un gran problema, ya que las demoras podrían agravar la situación. A esto se suma la fuerte pérdida de nitrógeno por lixiviación y desnitrificación lo que podría limitar el rinde del cereal. “El lavado de nitratos en trigo fue importante, pero los números no cierran para refertilizar”, señalan. Aparte, ya casi se está fuera de fechas para que la fertilización suba rindes. El 10% del cultivo está en encañazón y el resto en pleno macollaje.
Los excesos de agua demoran el inicio de la siembra de maíz
En esta semana iba a dar inicio la siembra de maíz, pero la falta de piso demandará entre 5 a 10 días, por lo menos, para volver a los lotes en la región. En Aldao estiman que habrá que esperar al menos 10 días por los fuertes anegamientos. En Bigand se proyecta cumplir con toda el área programada a partir de mediados de septiembre. En el sudeste de Córdoba preocupa perder fechas óptimas si septiembre llega con más lluvias, aunque se insiste con las siembras tempranas y se evalúan esquemas divididos para retomar luego en los bajos. En el norte de Buenos Aires, como en Junín, la incertidumbre es mayor: no se descarta reprogramar parte del área hacia maíz tardío o soja.
Detalle por Subzonas
SUBZONA I
Carlos Pellegrini recibió el fin de semana acumulados de 70 a 100 mm. “Depende de la zona del distrito, pero hay muchos lotes nuevos anegados y comprometidos. Los perfiles ya estaban recargados”, explican. En cuanto a que tan rápido puede desalojarse el agua, en el área los técnicos explican que “dependemos de la evaporación, y estamos en una época del año dónde es poca. No vemos que esto pueda resolverse en poco tiempo. Por eso, estamos previendo más pérdidas de áreas sembradas con trigo”. ¿Cuánta área está en juego? Los técnicos explican que por anegamiento es muy probable que se pierda un 3%, “puede ser más, hay que ver cómo sigue setiembre. Si tenemos otro evento así el corto plazo, la situación se agravará, por ahora no es de mayor importancia”. En el resto del área triguera, el 90% está muy bueno, y bueno el 7% cuando comienza el encañado (10%). “Las enfermedades se están manifestando”, advierten. “Hay que aplicar fungicidas en el corto plazo, en cuanto los suelos se encuentren en condiciones, se comienza”. Respecto al maíz, la siembra debería haber arrancado en esta semana. “En cuanto las condiciones de suelos lo permitan, vamos a avanzar. Se sembraron lotes muy aislados. Por ahora mentemos los planes de siembra: los lotes previstos para siembra temprana, siguen en pie”.
En la zona de María Susana las lluvias superaron los 100 mm y se dieron con los suelos ya saturados. Esto generó anegamientos en bajos donde se esperan pérdidas puntuales de trigo. Sin embargo, la mayor parte del cultivo mantiene un estado muy favorable: el 60% se califica muy bueno, un 30% excelente y apenas un 10% entre “bueno y regular”. El exceso hídrico complica la transitabilidad de caminos y el ingreso de maquinaria, lo que podría retrasar aplicaciones para el control de enfermedades. Aun así, los técnicos son optimistas: de mejorar el tiempo en los próximos días, el drenaje sería rápido y el cultivo podría obtener un rendimiento destacado.
En Aldao, la tormenta dejó 110 mm, “115 en Figuera con algo de piedra, pero no podemos saber qué daño hizo, esperamos que no haya hecho nada. En la zona el acceso a los lotes no es posible en este momento (2/9). Los técnicos explican que para empezar la siembra del maíz, van a tener que pasar al menos 10 días. “Lo que eran pequeñas lagunitas están enormes y va a costar que drene todo”, señalan. En cuanto al trigo, destacan el estado óptimo en que se encontraba los cuadros antes de las tormentas, y que con tanta agua caída, ahora las pérdidas de áreas sembradas van a notarse y difícilmente se puedan recuperar”.
SUBZONA II
En la zona de Bombal se acumularon cerca de 100 mm durante el último fin de semana. No obstante, los técnicos destacan que la superficie bajo agua es reducida y que, con algunos días de viento y sol, el exceso hídrico va a escurrir rápidamente. En relación al trigo, no se espera una pérdida significativa de área por anegamiento: el cultivo mantiene muy buenas condiciones generales. Si bien podrían aparecer enfermedades asociadas a la alta humedad, se estima que podrán ser tratadas de manera adecuada y dentro de los tiempos habituales. La mejora de los suelos favorecerá el ingreso de la maquinaria, y en caso de persistir limitaciones hídricas, existen alternativas de equipos que permitirán avanzar con las labores. Respecto a la siembra de maíz temprano, se proyecta cumplir con la totalidad del área intencionada, salvo que ocurra un evento climático de magnitud. La siembra iniciará a mediados de septiembre, en línea con el calendario previsto.
SUBZONA III
El último fin de semana, en la zona de Colón se registraron 120 mm y en Pergamino, 170 mm (160 mm medidos por la estación de la red GEA/BCR). “Si bien hay agua por todos lados, va a infiltrar bastante en los próximos días”, señalan los ingenieros. Pero aclaran que el suelo estaba bastante húmedo por las lluvias anteriores y ahora están saturados. El trigo y la cebada sembrados en zonas bajas se van a ver afectados por el anegamiento. Y resaltan que las legumbres van a sufrir mucho más. “También la lixiviación de nitrógeno será importante”, advierten.
SUBZONA IV
En Junín y en un radio de 50 kilómetros, las lluvias dejaron entre 60 y 90 mm, con registros puntuales de hasta 100 mm acompañados de viento. Los técnicos locales aún no pudieron recorrer la zona porque los caminos siguen muy complicados por los excesos hídricos. De todas formas, advierten: “la situación es crítica. Había sectores que recién terminaban de drenar las lluvias anteriores, y con estos nuevos milímetros se volvió a llenar todo de agua. Ya no queda lugar para que escurra o infiltre”. Desde el punto de vista ganadero, el escenario se agravó de manera significativa. En cuanto a los cultivos, la evolución del trigo dependerá de la zona y del lote: en áreas con anegamientos es posible que se pierdan sectores. Respecto al maíz, si bien todavía es temprano para tomar decisiones, señalan que “deberíamos esperar al menos una semana para realizar una mejor evaluación”. Sin embargo, no se descarta que parte de la superficie deba reprogramarse hacia maíz tardío o incluso pasar a soja. Lo cierto es que hay lotes que quedan muy comprometidos, en muchos faltan apenas 20 a 25 días para el inicio de la siembra y la logística y las posibilidades de sembrar así se ve muy afectada. “Esperábamos 20 mm, que no hubieran cambiado demasiado el panorama, pero con 80 o 90 mm la situación se ha vuelto muy compleja”, concluyen los técnicos.
SUBZONA VS
En Marcos Juárez las lluvias dejaron alrededor de 180 mm en 24 horas: “hay mucha agua acumulada, pero por otro lado y siendo optimista, vemos que está escurriendo en forma rápida a través de canales y drenajes que están funcionando bien. De todas formas, como ya veníamos con un perfil muy cargado, va a tardar unos cuantos días el agua en desaparecer y permitir entrar para sembrar el maíz”. En el área señalan la importancia de un setiembre que no se desmadre y no llueva de forma importante para no tener inconvenientes con la siembra maicera y no perder las fechas óptimas de siembra. “Ya empezamos a pensar en formas de sembrar divididas, dejando los centros de bajos y áreas encharcadas de lotes para una siembra posterior, cuando se pueda entrar”. También dicen que por el momento no hay productores que hayan decidido cambiar el destino de la siembra y se va a insistir con las siembras tempranas.
En cuanto al trigo, en la zona dicen que es difícil en este momento estimar el área pérdida y afectada por los excesos hídricos. “De no tener precipitaciones en unos 10 a 12 días, creemos que no será de mucha importancia, aunque ya estamos resignados a perder centro de bajos y lotes anegables”. El 75% ya está encañando, con condición muy buena a excelente en el 85% del área, la condición regular es del 5%.
“Llovió una locura”, resumen los técnicos de Corral de Bustos. Advierten que es temprano para evaluar los efectos de semejantes volúmenes de agua. A un día de las precipitaciones, destacan que gran parte del exceso ya ha drenado. “Los trigos estaban súper macollados porque venimos de un junio y julio con 50 milímetros cada uno. Creemos que, salvo en los bajos donde hay excesos, el resto va a estar muy bien. Estaríamos cerrando agosto con unos 230 mm, pero esperamos una alta supervivencia de macollos, con chances de alcanzar rindes espectaculares”, dicen los asesores. Comentan que tienen que salir a recorrer y estar atentos a enfermedades apenas se pueda y realizar una mejor evaluación. Por otro la resaltan que todos los cuadros se ven muy lindos. El inicio de la siembra de maíz podría demorarse, especialmente en los campos con mayor superficie destinada al cereal. “Son los productores más grandes los que quedan más complicados con la logística. Lo positivo es que ahora el agua para sembrar está, pero habrá que esperar que los suelos alcancen la temperatura adecuada, algo que con esta humedad no será fácil”, remarcan.
En Monte Maíz, los técnicos calificaron a estas lluvias como “un cisne negro”. No obstante, subrayan que “el agua te da más de lo que te quita”. Allí advierten sobre posibles pérdidas de fertilizantes nitrogenados aplicados antes de las precipitaciones, tanto por lixiviación como por desnitrificación en suelos donde el agua permanezca acumulada.
Tres días después de las lluvias, asesores de Corral de Bustos y Arias destacan que la situación en los campos sorprendió para bien: “no queda casi agua, solo en las zonas bajas persiste algo de encharcamiento y se observan signos de arrastre de rastrojo, pero el agua prácticamente desapareció, incluso en localidades que recibieron los mayores acumulados como Cruz Alta”. De cara al descenso térmico previsto para el fin de semana, señalan que, si las heladas son de corta duración, no habría mayores inconvenientes. Los trigos recién comienzan a encañar, se muestran muy exuberantes, con abundantes macollos y una marcada disponibilidad de humedad. Pero con tanta agua, la posibilidad de una helada negra, que es uno de los mayores temores, queda descartada . Otro aspecto que sorprende es la baja incidencia de enfermedades: pese a la humedad, el rocío y las temperaturas predisponentes, la presión es menor a la esperada. En cambio, sí admiten que el lavado de nitratos en trigo probablemente fue importante, “aunque los números no cierran para refertilizar, por lo que no se espera que haya sido una práctica generalizada”. Respecto a la siembra de maíz, estiman que los primeros lotes podrían empezar a implantarse durante el fin de semana.
Indicadores Climáticos
Buen tiempo hasta el miércoles cuando se esperan precipitaciones en el sur y este de GEA
El periodo comprendido entre el jueves 4 y el miércoles 10 de septiembre comienza con buenas condiciones meteorológicas que se mantendrán hasta el la tarde/noche del miércoles 10, momento en el cual se espera el pasaje de un sistema frontal frio favoreciendo la ocurrencia de precipitaciones, principalmente en el sur y este de la zona GEA.
Las temperaturas máximas serán bajas al comienzo del periodo de pronóstico, con marcas que oscilarán entre los 13 y 16°C pero, con el correr de los días, se espera un ascenso progresivo que llevará los registros a valores entre 24 y 28°C hacia el fin del periodo de pronóstico.
Las temperaturas mínimas descenderán en la tarde/noche del jueves 4, aunque los valores más bajos del periodo, entre -3° y -5°C, se esperan durante el viernes 5/sábado 6 de septiembre, provocando heladas generalizadas. Posteriormente las temperaturas mínimas comenzarán a ascender paulatinamente, aunque se mantendrán bajas para la época.
Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo
La región acumuló de 80 a más de 200 mm
La semana comprendida entre el jueves 28 de agosto y el miércoles 3 de septiembre se registraron precipitaciones en toda la zona GEA. Los registros, en general, superaron los 80 mm, pero desde el este de Córdoba hacia el sur de Santa Fe, los montos excedieron los 200 mm. El valor máximo del periodo fue de 260 mm y se midió en la localidad de María Teresa, en Santa Fe.
Las temperaturas máximas tuvieron una distribución con los valores más bajos, entre 23 y 24°C, en el sur/sudeste de la zona GEA y los más altos, entre 25 y 26°C, en el norte. El registro más elevado del periodo, 26,3°C, se midió en la localidad de Pozo del Molle, Córdoba.
Las temperaturas mínimas más bajas se midieron en el noroeste de la zona GEA y oscilaron entre 0 y 3°C, mientras que en el resto del área GEA y variaron entre 4 y 7°C. El mínimo extremo del periodo, 0,6°C, se midió en la localidad de Hernando, en Córdoba.
Con este panorama las reservas aumentaron significativamente en la mayor parte de la zona GEA respecto de la semana pasada, alcanzando condiciones de humedad excesiva. Solo en el oeste aumentaron de regulares a óptimas.
Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren alrededor de 10 a 20 mm en el oeste de la zona GEA, mientras que en el noroeste el faltante de agua alcanza los 40 a 60 mm. En el resto de la región no se requieren precipitaciones para mantener condiciones de humedad óptimas.
Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco
Invierno 2025: ya triplicó los valores de lluvias normales
El mes de agosto se despidió con precipitaciones generalizadas que terminaron de incorporarlo a las estadísticas como el más lluvioso de los últimos 30 años, superando con margen al mismo mes de 2015.
Tan solo tres eventos fueron suficientes para llevar los totales acumulados a valores que multiplican por 10, o más, los normales históricos. El primero, apenas iniciado el mes, con registros poco frecuentes en invierno pero moderados, que fue seguido por el desarrollo de dos sistemas de baja presión que favorecieron la ocurrencia de lluvias intensas y persistentes. Otro, concluyendo la tercera semana del mes con acumulados que superaron ampliamente los 100 milímetros sobre la franja este del país, mostrando una continuidad de los excesos pluviales que dejó el otoño. El ultimo, durante el último día del mes, con precipitaciones mucho más intensas, generalizadas, y mayor presencia en la franja oeste, principalmente sobre el sudoeste cordobés. Los registros de este evento superaron en volumen a los anteriores y oscilaron entre los 80 y 250 milímetros, cubriendo en su totalidad el centro del país.
Tres lluvias durante agosto fueron suficientes para acumular entre 80 y 300 milímetros, que dejaron muy atrás los 10 a 30 milímetros considerados promedio mensual histórico y seguieron sumando volumen de agua a un invierno que, sin dudas, también va a marcar récords pluviales.
Con este inusual aporte de agua en esta época del año, los perfiles ya recargados previamente alcanzan un nivel de exceso generalizado que llega en un momento complicado para la actividad agrícola, provocando saturación y anegamientos.
Los pronósticos de corto plazo indican mayor circulación de aire frío y seco, ausencia de lluvias durante la primera década de septiembre y un marcado descenso de las temperaturas, incluso a valores bajo cero. Esta será una pausa con tiempo netamente invernal para evaluar la capacidad de los suelos de adaptarse a la saturación de agua y tomar decisiones de siembra.
La transición estacional se siente como más rápida de lo previsto y la primavera, con su potencial pluvial típico, parece mas cerca de lo que el almanaque y las necesidades indican.







