
Pese a la drástica sequía sufrida el año pasado, la caída en número de cabezas fue menor a la esperada inicialmente.
Una de las categorías más afectadas por esta situación fue la de vacas, donde las mermas registradas ascienden a casi 600.000 cabezas tras pasar de algo más de 23 millones de vientres a fines de 2022 a 22,4 millones en el último recuento.
El número de vacas enviadas a faena durante 2023 se vio incrementado en 570 mil cabezas, alcanzando un récord de casi 3 millones vacas faenadas en todo el período, el registro más alto desde la última gran liquidación de 2009 (3,175 millones).
Las provincias que más vacas perdieron, en relación a su inventario, fueron Santiago del Estero (-5,8%) y Córdoba (-5,3%), seguidas por Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe entre 3% y 4% así como Buenos Aires y La Pampa, registrando caídas en torno al 2,5%, aunque con fuerte incidencia en el promedio general.
En este contexto, un dato alentador es la cantidad de terneros logrados por vaca en stock. A nivel país, el resultado del stock de terneros/as arrojó unos 14.685.000 cabezas, apenas un 2,9% inferior al dato de 2022, cuando inicialmente la pérdida proyectada llegó a estimarse en torno al 10% del stock inicial.
El crecimiento que se ha visto en la faena en los dos últimos años elevó significativamente este porcentaje de extracción trepando al 26,8% en el último año con una faena de 14,6 millones de cabezas. Sin embargo, la mejora lograda en eficiencia reproductiva permitió compensar esa mayor extracción con un mayor número de terneros logrados, amortiguando así el efecto extractivo sobre stock nacional, aun en un contexto de severa sequía como la registrada durante el último año.
El desafío para el presente ciclo es aumentar nuevamente el nivel de producción de terneros por vientres en stock de modo tal de conseguir, con una menor faena mediante, una ligera recuperación del stock nacional.
