La licitación por el dragado y balizamiento de la vía navegable troncal ingresará, el lunes 15, en su recta final, cuando finalice el plazo otorgado por las autoridades de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPyN) que conduce Iñaki Miguel Arreseygor, para que los interesados presenten sus comentarios u objeciones previas a la presentación de los pliegos para la licitación por concesión de peaje de la Hidrovía Paraguay-Paraná.
Será una licitación millonaria y relevante para los objetivos propuestos por la administración de Javier Milei si sigue lo escrito en el Pacto de Mayo. Y, vale la pena recordar que uno de los objetivos principales del acuerdo firmado entre la Nación y las provincias, es el que da relevancia a la apertura del comercio internacional.
Una apertura sumamente necesaria para las provincias del noreste (NEA) cuyo entramado productivo necesita un dragado mayor que facilite el transporte fluvial en el Alto Paraná que reducirá costos por fletes al tiempo que extenderá las fronteras productivas del campo argentino. Hay muchas tierras para utilizar si la apertura al comercio resulta exitosa.
Por ello, en todas lasrondas de consultas organizadas por los técnicos de la ANPyN para tomar nota de los requerimientos productivos y para que no vuelva a quedar desierta la licitación por el dragado de la Hidrovía, con acusaciones de vaciamiento incluidas contra la empresa belga DEME, las voces de los gobernadores interesados se escucharon con atención y estuvieron presentes en toda ocasión.
El nivel de profundidad del dragado es la parte principal de la licitación porque permitirá que barcos más grandes y más cargados puedan navegar con seguridad. La resolución especifica que se seleccionará un concesionario que deberá realizar “tareas de modernización, ampliación, operación y mantenimiento del sistema de señalización, tareas de dragado y redragado y mantenimiento de la vía navegable troncal”.
La licitación se llevará a cabo “bajo el régimen de concesión de obra pública” a riesgo empresario y “sin aval del Estado” y los nuevos pliegos, publicados por 10 días mientras dura el proceso de observaciones previas que comenzó el 5 de diciembre, contienen un cambio pequeño pero significativo frente a la versión anterior: el piso no será de 39 pies de profundidad, sino de 40 pies o 12,19 mts.
El trayecto licitado es el comprendido entre el kilómetro 1238 del Río Paraná, punto denominado Confluencia, hasta la Zona de Aguas Profundas Naturales, en el Río de la Plata exterior, actualmente en el kilómetro 239,1 del canal Punta Indio, por la vía del Canal Ingeniero Emilio Mitre y el Río Paraná de las Palmas, Río Paraná Bravo, Río Paraná Guazú, Río Talavera y Río Paraná–Océano Atlántico.
Las novedades del pliego presentado por las autoridades alcanzan a las formalidades societarias. El documento establece fuertes restricciones geopolíticas, excluyendo a cualquier empresa controlada total o parcialmente por un Estado soberano o agencias gubernamentales. Fin para las aspiraciones de las empresas dragadoras de la República Popular de China.
Además, el pliego establece que solo pueden presentarse personas jurídicas, nacionales o extranjeras, pero se prohíbe que participen Uniones Transitorias de Empresas (UTEs). Esta restricción elimina el formato de asociación habitual en el sector del dragado. Las empresas que opten por asociarse deberán comprometerse a constituir una Sociedad de Propósito Específico (SPE) en Argentina, asumiendo responsabilidad ilimitada y solidaria para la firma del contrato. Los interesados también deben estar inscriptos en CONTRAT.AR bajo la categoría “Concesionarios Ley 17.520”.
