Un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) estima que la producción lechera de 2025 estará por encima del año anterior. Según su cálculo se producirán 11.190,2 millones de litros, un 5,7% o 605 millones de litros por encima de los 10.585 millones de litros con los que habría cerrado el ejercicio pasado (todavía no se han publicado los datos oficiales, pero noviembre marcó la primera suba interanual en 19 meses).
Tras un 2024 que cerró con indicadores favorables tanto en términos climáticos como de rentabilidad, la lechería siente que tiene viento a favor para encarar el nuevo año con mucho optimismo.
OCLA pidió a unas 22 industrias que brinden su estimación para la producción 2025. Los datos aportados corresponden a la variación interanual a tambo constante de cada mes de 2025 respecto a igual mes del año anterior y la variación total anual.
Con esta información, cada una de las variaciones fue ponderada en función a la participación de cada industria en la captación nacional de leche, según el Ranking Industrial que elabora OCLA.
Se sumaron las ponderaciones mensuales de cada industria y las mismas se aplican sobre la producción real de cada mes y total del año anterior, en este caso 2024, para obtener los litros estimados de producción para cada mes de 2025 y total.
El balance que dejó el 2024
El informe de OCLA realiza un balance de un 2024 que habría finalizado, como se indicó, con un ordeñe de 10.585 millones de litros, lo que implicaría una disminución respecto a 2023 del 6,5%.
Así, la producción medida en sólidos útiles (grasa butirosa + proteína), tendría un comportamiento similar ya que los tenores de grasa butirosa y proteína promedian valores casi iguales que el año anterior.
OCLA recordó que 2024 comenzó con el arrastre de la seca de 2023, el cese de actividad de algo más del 4% de los tambos y venta de vacas en torno al 6%.
“A esto se suma que el año presentó en sus inicios índices de temperatura y humedad muy altos y un importante desfinanciamiento en la mayoría de las unidades productivas. La sumatoria de estos factores confluyó en una caída de producción que acumuló a abril un 14,5% de baja interanual”, indicaron desde el Observatorio.
La tendencia se revirtió: producto de las buenas relaciones de precio entre la leche y sus principales insumos, lluvias en algunas regiones muy secas, entre otros factores, se comienza a desacelerar la caída interanual a punto tal que noviembre y diciembre últimos presentaron valores interanuales positivos.
OCLA aclaró que su estimación para 2025 “sólo trata de brindar una perspectiva, sobre la base de los datos disponibles al momento de efectuarla” y admitió que “las condiciones de alta volatilidad e incertidumbre que seguramente caracterizarán el año que recién iniciamos, pueden generar importantes diferencias respecto a los números proyectados, que iremos evaluando en la medida que ocurran”.
En concreto, el estudio enumera algunos factores que podrían afectar en forma negativa el crecimiento de la producción en 2025:
1) La reducción de los derechos de exportación en soja y otros granos que incrementarían los costos de alimentación y el valor de los arrendamientos rurales, teniendo en cuenta que algo más del 50% de la superficie destinada a la producción de leche se realiza sobre campo alquilado y un gran porcentaje de ellos están pactados en valor soja.
2) La reducción en el número de vacas.
3) El cese de unidades productivas.
4) La continuidad en el crecimiento de la marginalidad.
5) El retraso cambiario o pérdida de competitividad de nuestras exportaciones a pesar de los buenos precios en el mercado externo.
