Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla), la producción en junio 2024 fue de 842 millones de litros. Esta cifra fue un 7% superior al mes previo y un 7,1% menor con respecto al mismo mes del año pasado, lo que pone de manifiesto que la producción de leche comenzó a tener signos de recuperación en el primer semestre de 2024.
Cuando se analiza por tamaño de tambos, niveles de eficiencia y región geográfica se advirtieron diferencias, con mermas productivas que fueron muy heterogéneas. Según el Ocla, “la caída de producción se fue profundizando durante la primera parte del año, acumulando un 14,5% menos de producción para el primer cuatrimestre del año, respecto a igual período de 2023”.
Vale recordar que en el último cuatrimestre del año, se produce alrededor del 38% de la producción total del año en todo el país.

La producción en cada provincia
En las provincias, hubo grandes diferencias al momento de medir los niveles de producción durante el último año.
La baja de la producción durante el primer semestre de 2024 se sintió fuerte en las provincias de Córdoba y Santa Fe, que representan dos tercios del total a nivel nacional. Al segmentar por estrato productivo, los tambos con volúmenes superiores a los 6.000 litros diarios fueron los que menos sufrieron el golpe y solo perdieron un 4,4%.
Por su parte los estratos medio y bajo presentaron caídas interanuales muy significativas, que llegaron al -11,2% y -15,9%, respectivamente.
De acuerdo al informe del organismo, se vieron “afectados fundamentalmente por los efectos del stress térmico y la disponibilidad financiera para afrontar mayores gastos en alimentación, como así también aspectos vinculados a perdidas de score corporal y abortos, entre otros”.
Otra razón fue las pérdidas que se registraron en la cadena de valor, en cuanto a pérdidas de tambos y rodeo lechero. Al 29 de abril pasado, el organismo relevó un 4,5% menos de unidades productivas y 6,5% menos de vacas en producción.
Como probablemente esa menor cantidad de vacas y tambos sean los de menor producción, la incidencia en los volúmenes finales de leche no se sintió tanto.
